En el barrio de Villaluro, un conmovedor caso ha capturado la atención y preocupación de los vecinos: Draco, un perro siberiano, fue abandonado en una casa por su dueño hace cinco meses. Desde entonces, los residentes han intentado ayudar al animal abriendo las persianas para proporcionarle comida y agua diariamente. Sin embargo, la situación es crítica; Draco está extremadamente debilitado y no puede levantarse ni comer. A pesar de las denuncias realizadas por los vecinos, la intervención judicial necesaria para rescatar al perro se encuentra estancada en la Fiscalía número 35. La comunidad espera con urgencia que se tomen medidas para salvar a Draco antes de que sea demasiado tarde.