El alto el fuego en Líbano contrasta con la realidad cotidiana en la Franja de Gaza, donde en las últimas horas han muerto al menos 21 palestinos. El Ejército israelí ha intensificado los bombardeos en áreas centrales y ha profundizado sus incursiones en el norte y sur del enclave. La ayuda humanitaria, sin embargo, sigue entrando a cuentagotas y la lluvia y el frío sobrevuelan el enclave palestino mientras los médicos alertan del incierto futuro para miles de niños que malviven a la intemperie a las puertas del invierno.

Durante la noche del miércoles, un ataque contra dos escuelas de la Gaza ha matado a cuatro niños. Además de los bombardeos, la población infantil sufre graves problemas de salud por el hacinamiento, la falta de medicamentos y las pésimas condiciones de vida.