Hubo llantos, gritos, desmayos, denuncias de pactos espurios y el rumor de una descompostura que habría inhabilitado a un cuarto del bloque libertario. Pero lo que no hubo fue Ficha Limpia. El PRO volvió a fracasar en su intento de sesionar para aprobar una ley que hubiera impedido cualquier candidatura de Cristina Fernández de Kirchner. Traicionado por sus propios socios oficialistas, el macrismo no logró juntar el número para el quórum: solo consiguió arrimar al recinto a 116 diputados y diputadas, muchos menos que en el primer intento fallido de la semana pasada. Todos los bloques tuvieron ausencias, pero ninguna fue tan sorpresiva como la de los ocho diputados de La Libertad Avanza que, en un gesto hacia el peronismo, dejaron en claro que no tenían ningún interés en aprobar la ley.