La FIFA otorga la sede de la Copa del Mundo de 2018 a Rusia y la de 2022 a Qatar. Es la primera vez que el ente rector del fútbol decide dos sedes mundialistas en un mismo congreso. La designación de Qatar generará una investigación que llevará a un escándalo: el FIFAgate, por el cual varios dirigentes serán detenidos por orden del FBI, acusados de corrupción en la elección de la sede. El terremoto que causa el FIFAgate terminará con la presidencia de Joseph Blatter.