Una tarde de mucha alegría, fue la que vivieron las privadas de libertad Centro Femenino de Colón, en celebración del Día de las Madres. Entre lágrimas de felicidad y algunas cantando, estás internas disfrutaron de una serenata con canciones de amor y de dolor interpretadas por un grupo de mariachis. A las 170 internas del centro femenino las une un solo deseo: tener una segunda oportunidad y regresar a casa. A pesar de estar tras las rejas, muchas mantienen las ganas de salir adelante a través de la educación. Extensión de la escuela nocturna les facilita terminar la premedia y media, y contar con una herramienta que les permita conseguir un trabajo digno una vez terminen su condena.