Cientos de refugiados sirios residentes en el Líbano están cruzando este domingo la frontera de regreso a su país, pocas horas después de que los insurgentes entraran a Damasco y la declararan "libre" del presidente, Bachar al Asad.
En el principal cruce fronterizo entre el Líbano y Siria, el de Masnaa, largas hileras de vehículos aguardan para entrar al territorio sirio en medio de un ambiente festivo entre gritos de "Alá es grande" y consignas contra el que dirigió el país durante casi 25 años, según constató EFE desde el cruce.