"Son de niños, niños, niños, podría ser mi sobrino", repite Hussam Hussain Tomeh agarrando entre sus manos un pequeño cráneo que yacía junto a otros huesos y una columna vertebral en un edificio en ruinas de Tadamon, un barrio de Damasco donde se cree que hay fosas comunes con víctimas de ejecuciones extrajudiciales.