La erupción del volcán Kilauea en Hawái ha generado un impresionante espectáculo natural, con cascadas de lava que alcanzan los 90 metros de altura. Este fenómeno ha cautivado a los visitantes que, después de tres meses de inactividad del volcán, no han querido perderse el evento. Aunque el espectáculo es visualmente impactante, las autoridades locales, como el observatorio de la isla, aseguran que no representa una amenaza para la población, lo que ha permitido que los turistas se acerquen para observarlo de cerca. La actividad volcánica sigue siendo monitoreada de cerca para garantizar la seguridad de los residentes y visitantes.