Ante la inminente prohibición de TikTok el 19 de enero, el gobierno de Biden está estudiando formas de mantener la aplicación operativa en EE.UU., según fuentes oficiales. 

Los funcionarios están estudiando formas de hacer cumplir la ley sin cerrar la plataforma, que se enfrenta a un plazo que exige a su matriz china, ByteDance, que venda su participación.

La ley, promulgada en nombre de la seguridad nacional, se basa en la preocupación por el acceso chino a los datos de los usuarios estadounidenses y la manipulación de contenidos, algo que ByteDance niega.

Los legisladores están divididos: unos piden un aplazamiento y otros exigen la desinversión. 

El representante Ro Khanna (demócrata de California) ha pedido a la Casa Blanca que amplíe el plazo, mientras que el senador John Kennedy (republicano de Los Ángeles) insiste en que TikTok debe romper los lazos con su empresa matriz para seguir operando en Estados Unidos. 

El presidente electo Trump, que prometió «salvar a TikTok», está dispuesto a negociar una resolución y encontrar un comprador para la empresa.

TikTok, por su parte, está llevando a cabo recursos legales para bloquear la ley por motivos de la Primera Enmienda.