Elon Musk, el hombre más rico del mundo, ha sido protagonista de una polémica al realizar el tradicional saludo nazi en dos ocasiones durante un mitin que siguió a la ceremonia de inauguración de la presidencia de Donald Trump. Frente a unas 10.000 personas, Musk expresó: "Gracias a vosotros, el futuro de la civilización está asegurado. Gracias a vosotros. Vamos a tener ciudades seguras, por fin ciudades seguras, fronteras seguras, las cosas básicas".

En ambas ocasiones, Musk comenzó golpeándose el pecho a la altura del corazón antes de levantar el brazo. La primera vez lo hizo frente al público, mientras que la segunda, inmediatamente después, se giró para dirigir el saludo hacia el escenario, que estaba decorado con los símbolos de las barras y estrellas, lo que algunos interpretaron como un saludo a la bandera estadounidense. Posteriormente, Musk volvió a girarse hacia la audiencia, se golpeó el pecho nuevamente y declaró: "Mi corazón está con vosotros".

Este incidente ha generado controversia y debate, dado el simbolismo asociado al saludo nazi y su interpretación en el contexto político de Estados Unidos.