El magistrado cuestionó por lo tanto a la víctima —llegó a decir que no entiende por qué se sintió violentada— y cuestionó también los posicionamientos políticos del propio Errejón durante su etapa en Sumar. Un interrogatorio que ha generado una enorme polémica y que ha hecho saltar las alarmas sobre el peligro de revictimizar a las mujeres y alejarlas de la denuncia.