Activistas han proyectado un vídeo en la fachada de la fábrica de Tesla en Berlín en el que se ve a Elon Musk haciendo un gesto supuestamente «nazi».
La proyección duró cerca de una hora y la policía, que inicialmente no intervino, explicó después que estaba comprobando la autenticidad de las imágenes.
El gesto de Musk, que se proyectó en un acto con motivo de la toma de posesión de Donald Trump, también causó revuelo e indignación a nivel internacional, ya que se asemeja al saludo hitleriano.
El canciller alemán, Olaf Scholz, también criticó la injerencia política de Musk. "Cualquiera puede decir lo que quiera, aunque sea multimillonario. Lo que no aceptamos es que apoye posiciones de extrema derecha».
En el acto, Musk se colocó primero la mano derecha en el corazón, luego la estiró rápidamente hacia arriba y repitió el gesto. El propio Musk rechazó las críticas y explicó que la comparación con el saludo a Hitler era una "estratagema manida».
Musk criticó la cobertura mediática que relacionaba su gesto con el saludo hitleriano y subrayó que no era más que un gesto torpe pero inofensivo.
La Liga Antidifamación (ADL), organización que lucha contra el antisemitismo, defendió a Musk y explicó que su gesto no era equivalente a un saludo hitleriano.
Los activistas que iniciaron la proyección explicaron que no solo les preocupaba el gesto en sí, sino también las conexiones políticas de Musk, en particular con la AfD.
Musk ya había tratado temas como la migración y la energía nuclear en una conversación con la líder de la AfD, Alice Weidel, en su Plataforma X, lo que había desatado la indignación en Alemania.
Los activistas en contra de Trump, anunciaron que esta no sería la última acción de este tipo.
Philipp Ruch explicó que seguirían «mostrando este tipo de imágenes» para llamar la atención sobre la influencia política de Musk y otros multimillonarios de la tecnología.
La fábrica de Tesla en Grünheide ha sido objeto de protestas en varias ocasiones. El incidente con la proyección de la imagen de Musk en la pared de la fábrica forma parte, por tanto, de una serie de disputas críticas en torno a la empresa.