A solo dos semanas de la masacre de 26 civiles en la región de Cachemira bajo control indio, el conflicto entre India y Pakistán —dos potencias nucleares— ha escalado peligrosamente. En la madrugada del miércoles, el ejército indio lanzó un ataque con misiles contra varios objetivos estratégicos en territorio pakistaní.

Desde Nueva Delhi se justificó la ofensiva como una acción militar limitada dirigida a infraestructura asociada al terrorismo. El operativo fue denominado "Operación Sindoor" y, según fuentes oficiales, tuvo como blanco nueve instalaciones clave en Pakistán.