Busca la confrontación para hacerse la víctima.
La tensión habitual en el Congreso de los Diputados se trasladó a los exteriores.
El 'buscavidas' habitual, el progre Antonio Maestre, quiso volver a tener su minuto de gloria tratando de arrebatarle a Bertrand Ndongo ya no el micrófono, sino también el teléfono móvil.