Una mina cercana podía dañar la iglesia de 113 años de madera roja que ha servido a los fieles de la localidad de Kiruna en Suecia. Por ello las autoridades locales decidieron mover las 600 toneladas de la estructura a lo largo de 5 kilómetros y situarla en un lugar seguro. Miles de personas acudieron al evento que dejó una estampa de ensueño y surrealista.