Después de casi dos años, palestinos e israelíes salen a las calles para celebrar el alto al fuego más prolongado de su historia.
El acuerdo, mediado por el presidente Trump, incluye la liberación de rehenes a cambio de prisioneros palestinos, el retiro de tropas y la entrada de ayuda humanitaria a Gaza. Es la primera fase de un plan de paz que busca ser "eterno".