Lágrimas de progres.
El plató de 'Mañaneros 360' en Televisión Española se llenó de incredulidad y desánimo.
Javier Ruiz, con una dilatada trayectoria en el ámbito de las tertulias políticas, se enfrentaba a una noticia que ni el más audaz guionista habría imaginado: el Tribunal Supremo había condenado al fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz, a dos años de inhabilitación y a una multa de 7.200 euros por un delito relacionado con la revelación de secretos.
En medio del tumulto, Ruiz y su equipo mostraron su consternación y descontento ante lo que calificaron como una" bomba jurídica".
Durante la emisión, la indignación fue palpable.
Uno de los tertulianos, Chema Garrido ('El Plural') claramente afectado, tildó el fallo de "vergüenza" y se refirió abiertamente a un "lawfare de manual".
La atmósfera en el plató era una mezcla de derrota y desconfianza hacia el sistema judicial. “Hoy resulta más complicado creer en la justicia en este país”, lamentaba.
Por su parte, Javier Ruiz enfatizó el carácter político detrás de la sentencia: “Lo que tenemos es una mayoría claramente influenciada por el sesgo político del tribunal: dos votos progresistas en contra y los votos conservadores apoyando la condena. Esta noticia es una bomba jurídica”, afirmó ante las cámaras.neral, asegurando que será alguien con “máximo prestigio profesional”.
Marta Nebot también mostró su indignación:
¿Cómo le explicamos a la gente que nos ve, nos lee, nos escucha, esta sentencia? Más allá de la duda, han sentenciado al fiscal general del Estado sin haber investigado si alguien más pudo filtrar ese mail cuando lo tuvieron cientos de personas.
Por su parte, Martín Pallín, magistrado emérito del Supremo, no se cortó un pelo a la hora de poner a caldo la sentencia:
Vamos a ver una preocupación grande. Pero quiero hacer algunas matizaciones. El fallo es lo más parecido a un golpe de Estado tipo Lula, Dilma Rousseff, Fernando Lugo, Evo Morales, Rafael Correa, en Latinoamérica.
Los magistrados son activistas políticos, no conservadores. A mí era el único argumento que pueden utilizar, que no es propio de la meca del derecho penal, que es Friburgo de Brisgovia, es uno muy sencillo que yo he oído varias veces.
Y dijo claramente que la decisión solo buscó proteger a su compañero:
No vamos a dejar con el culo al aire a nuestro compañero Hurtado. No encuentro otra razón para justificar la sentencia.