Después de nueve años conflicto que ha dejado cientos de víctimas en ambos bandos, las facciones criminales brasileñas, Primer Comando Capital y el Comando Vermelho, decidieron sellar una tregua, con el aparente objetivo de atender demandas de líderes encarcelados en el sistema penitenciario federal. Teniendo en cuenta que las cárceles de nuestro país albergan a reos que responden a ambas facciones, consultamos con el Jefe del Departamento contra el Crimen Organizado, qué consecuencias podría tener esto en nuestro país.