En diálogo con los choferes, aseguran que no recibieron “ni una moneda” y que más de 1.047 empleados, entre técnicos, administrativos y conductores, siguen sin novedades del pago. Denuncian que la empresa, el Ministerio de Transporte y la UTA no brindan respuestas claras sobre quién es el responsable de liberar los salarios.