Los científicos han sabido durante seis décadas que disminuir la ingestión calórica de los roedores en un 40 ó 50 por ciento da por resultado vidas mucho más largas para ellos. Se ha encontrado el mismo resultado en peces, arañas y muchas otras especies. Restringir la ingestión calórica de ratones en un 10 por ciento hace que vivan más que si tienen acceso ilimitado a la comida. Si la restricción es del 20 por ciento, viven aún más. Si es del 50, su longevidad aumenta todavía más. Pero si alcanza el 60 por ciento, mueren prematuramente de inanición. Los datos sobre sujetos humanos con los que se ha trabajado en el modelo matemático incluyen la ingestión calórica de personas en Japón, así como su longevidad, comparada con atletas de lucha Sumo, los cuales consumen más de dos veces la dieta masculina normal, y con los hombres de Okinawa, que consumen menos calorías que el varón japonés medio.