En la Plaza de Armas de Copiapó, a 800 kilómetros al norte de Santiago, ciudad a la que pertenecen 24 de los 33 trabajadores que quedaron atrapados tras el derrumbe ocurrido el 5 de agosto. En Copiapó, una pantalla gigante en la Plaza mostró anoche los pormenores de la salida del jefe de turno Luis Urzúa, el último minero en dejar la profundidad del yacimiento, mientras flameaban banderas chilenas y se encendieron fuegos artificiales.