Las siglas TDAH resumen un síndrome neuroconductual muy frecuente, que afecta a entre un 5-7% de la población, y asociado a multitud de clichés: el trastorno por déficit de atención e hiperactividad ha estado durante años en la base de la marginación escolar y social de niños a los que el desconocimiento tachaba de maleducados e indolentes. Las investigaciones científicas han constatado la raíz biológica del TDAH, aportando evidencias genéticas, neuroanatómicas y electrofisiológicas que además han descargado a los padres del doloroso y, ahora sabemos, infundado sentimiento de incompetencia que arrastraban. En “Tesis” hemos contado con el catedrático de psicología de la Universidad de Sevilla Carlos Mª Gómez y la psicóloga Amparo Alcalá, que nos han ayudado a comprender los mecanismos biológicos y conductuales que explican el TDAH.