Cinco agresores sexuales con distintos perfiles delincuenciales cuentan a cara descubierta sus vidas y sus experiencias con la terapia SAC. La pregunta es si son todos realmente recuperables y cuántas oportunidades merecen personas que pueden causar tanto daño. La experiencia dice que encerrar a estos delincuentes durante años sin tratarlos no produce resultados. Más del 20 % acabará reincidiendo. La única esperanza son los nuevos programas de rehabilitación penitenciaria como el SAC (Control de la Agresión sexual) que ahora ha empezado a impartirse en varios penales españoles y que lleva diez años de pruebas en una cárcel de Barcelona. Las estadísticas dicen que entre los alumnos del SAC sólo reincide uno entre 25, pero los tiempos de evaluación son aún cortos. Hasta que transcurran diez años sin reincidencia, no se considera que el agresor sexual está totalmente rehabilitado.