Las catástrofes no reconocen la inocencia. Alrededor de 100.000 niños han sido desplazados en Japón a causa del tsunami y el terremoto. Muchos de ellos ya sufren pesadillas y se comportan de una forma austera impropia de su edad. Han perdido a padres, familiares y amigos y lo peor de todo es no existe una solución a corto plazo. ... http://es.euronews.net/