La Cañada Real, principal zona marginal de los suburbios de Madrid, volvió a ser el escenario de disturbios después de que la Policía Nacional desalojara ayer, a primera hora de la mañana, varias viviendas ilegales para proceder a su derribo. Los hechos ocurridos el pasado año por el mismo motivo, llevó a las fuerzas de seguridad a establecer controles en todas las entradas al poblado desde las 5.00 horas. Sin embargo, en esta ocasión no se registraron agresiones y los agentes sólo tuvieron que actuar para disolver una sentada que los vecinos realizaron para impedir el paso de las grúas.