La asociación “Ni Putes Ni Soumises” (Ni Putas Ni Sometidas) organizó el 8 de junio un “concierto de cacerolas” frente a las sedes de los grandes partidos políticos en París, para denunciar el manto de silencio que impone la clase política sobre sus integrantes implicados en casos de acoso y agresión sexual.