En torno a 13.000 almas en ambas jornadas han hecho que la sexta edición del Día de la Música de Heineken se haya convertido en la más ambiciosa de todas. Bajo un sol que hacía justicia y con el termómetro rondando los 30 grados se ha movido este festival, que pasará a la historia por convertirse en bandera de la sostenibilidad.