El primer ministro británico, David Cameron, reconoció el martes 19 de julio durante su visita a África la magnitud del escándalo de las escuchas telefónicas llevadas a cabo por uno de los periódicos del imperio de medios de Rupert Murdoch. Murdoch, su hijo James, su ex colaboradora Rebekah Brooks y dos altos funcionarios de policía declararon el mismo día frente a una comisión parlamentaria británica por el escándalo.