Benedicto XVI ha aterrizado en Berlín, donde es consciente de que le esperan numerosas protestas en una visita que durará poco más de 3 días. Su país natal, en el que menos de un tercio de la población es católica, critica su inflexibilidad en temas como la homosexualidad y su falta de firmeza en otros como la pedofilia entre los sacerdotes. ... http://es.euronews.net/