Rumania ha gastado mil millones de euros en mejorar la seguridad de sus fronteras. Pero, por segunda vez, su entrada en la zona Schengen se ha retrasado. Las largas colas en las fronteras, junto con los recortes del gobierno de Basescu, dificultan las exportaciones y los negocios. Muchos ciudadanos están frustrados y no encuentran una posición clara de Bruselas. http://es.euronews.net/