Hoy el mundo se tiñe de crespones rojos como este, que viste la fachada del ayuntamiento de Barcelona, para conmemorar el Día Mundial del Sida. El 1 de diciembre de 1988 empezó la historia de este símbolo y desde entonces el VIH ha matado a más de 25 millones de personas en todo el mundo. En estos momentos la asignatura pendiente es la prevención.