El nuevo lenguaje que nos ofrece la epigenética comenzó ya a descifrarse gracias a la aportación de los investigadores Allis y Jenuwein, que en 2001 acuñaron el término de 'Código de histonas'. Los hábitos de nuestra vida condicionan nuestra susceptibilidad a ciertos agentes externos como si de una memoria se tratara, afectando nuestro epigenoma y en consecuencia memorizando un legado para las siguientes generaciones. Recientemente, se han realizado interesantes estudios en poblaciones que han sufrido grandes tragedias como la Gran hambruna China (desde 1958 hasta 1961) o el Invierno del hambre holandés tras la ocupación alemana de la Segunda Guerra Mundial. Estos estudios han demostrado que dichos episodios históricos dejaron cambios en el patrón de metilación de algunos genes asociados con el envejecimiento o la esquizofrenia, entre otros, y que están afectando a las generaciones actuales.