Unas 2.000 personas de esta localidad andaluza, cuya principal actividad económica es la pesca, han salido a las calles. La Unión Europea se negó a renovar el permiso argumentando su alto coste coste ecómico y medioambiental, y los pescadores llevan más de tres semanas sin faenar, al ser anulados sus permisos para trabajar en aguas marroquíes. ... http://es.euronews.net/