Un negocio oscuro pero bien redondo Fondos de caridad del Hamás y de la Jihad islámica financian la compra de alimentos en el extranjero. Dos compañías israelíes importaron los víveres a Israel. La compañía palestina Abu Aker vende los alimentos en la franja de Gaza y las organizaciones terroristas cobran una jugosa comisión de cientos de miles de dólares.