El gabinete egipcio se reunió tras la última ola de violencia sectaria en el país, la cual dejó al menos 24 muertos en El Cairo.
Un grupo de cristianos que protestaban en una iglesia, se enfrentaron con la policía en la capital del país, prendiendo fuego a automóviles y lanzando piedras a las fuerzas de seguridad.
Los cristianos, que constituyen el 10 % de la población egipcia, salieron a las callesa culpar a los musulmanes radicalespor la demolición parcial de una iglesia en la provincia de Asuán.
Estos enfrentamientos, arrojan una sombra sobre las elecciones parlamentarias previstaspara el 28 de noviembre, ya que se suman a la frustración general causada por la evidente intención del ejército, de mantener las riendas del poder, incluso tras la elección de un nuevo gobierno