El balance del fuerte sismo que azotó a la región central de Filipinas fue revisado en baja este miércoles, quedando establecido en 26 muertos y 71 desaparecidos. El sismo de magnitud 6,7 ocurrido el lunes destruyó decenas de casas, puentes y rutas y provocó deslizamientos de terreno en la isla de Negros, en el centro del gran archipiélago filipino.