David Snowdon, profesor de Epidemiología en el Departamento de Gerontología de la Universidad de Kentucky, inició el estudio casi por casualidad. Viajó a Mankato para investigar sobre los elementos del régimen alimenticio que ayudan a la longevidad. Una vez allí, se dio cuenta de que el monasterio era una excelente probeta para desarrollar un estudio más ambicioso. Una comunidad tan homogénea es ideal para la ciencia, ya que todos sus miembros han estado expuestos durante años a un tipo de vida y alimentación similares. Además, han reducido los riesgos de desarrollar enfermedades, ya que no fuman, ni beben, ni han sufrido el estrés de un embarazo. El Convento de Nuestra Señora también era un tubo de ensayo inusual para la gerontología: el porcentaje de muertes a partir de los 65 años es un 25% inferior al resto de la población. Durante algunos periodos del estudio, en Mankato llegaron a convivir siete hermanas centenarias. Eran conocidas como las "siete magníficas".