El joven chileno Daniel Zamudio, quien murió tras un ataque homofóbico por parte de un grupo neonazi, fue enterrado en Santiago en un multitudinario funeral del que participaron activistas de minorías sexuales pero también inmigrantes, indígenas y otras personas que reclamaron por la aprobación urgente de una ley antidiscriminación. Zamudio, de 23 años, quien fue torturado y golpeado, agonizó durante más de tres semanas. teleSUR