Este bebé contó con la suerte de que el vidrio protector del zoológico de Oregon en Portland es bastante resistente. El niño no resultó impresionado por el inmenso león que frenéticamente trataba de morder y arañarlo. Los trabajadores del recinto aseguran que a los leones siempre les llaman la atención los más pequeños pero que la barrera protectora es bastante confiable.