Madrid, 7 may (EFE).- "Nunca ví a un jugador como él. Su creatividad e inventiva nunca serán superadas".

Son palabras de Tiger Woods, uno de los mejores jugadores de golf de la historia, sobre Severiano Ballesteros, de cuya muerte se cumple hoy el primer aniversario.

Ballesteros nació en Pedreña en 1957, y su leyenda empezó a fraguarse en el campo de golf de este pequeño pueblo cántabro, en el que se colaba a jugar de noche, cuando nadie le veía.

Ganó tres Abiertos británicos, dos Masters de Augusta, cuatro Ryder Cup, una de ellas como captián, cinco Mundiales Match Play y una larga lista de torneos, similar a la de los premios que recibió, entre ellos el Príncipe de Asturias del Deporte.

Pero su huella fue más allá de sus victorias y quedó impresa por su estilo, su carisma y la magia de sus golpes.

La repercusión de su carrera fue enorme en España, donde despertó la afición por un deporte entonces poco conocido, pero fue aún mayor en el resto del Mundo, que elevó a "Seve" a la categoría de mito y le consideró el jugador más carismático.

Por eso su muerte hace un año, tras una larga y cruel pelea con un tumor cerebral, sumió al mundo del deporte en un dolor unánime y sentido como pocas veces.

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TVEFE -Madrid- 06:20 GMT.

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