En 1863, Mariani comercializó su nuevo producto: un vino llamado Vin Mariani, vino de Burdeos tratado con extracto de hoja de coca. Aquel tónico, que contenía 6 mg de coca por onza líquida de vino, se hizo muy popular en Europa y cuando, años más tarde, comenzó a exportarse a los EEUU se aumentó su contenido en coca hasta 7,2 mg para competir con el “Pemberton’s French Wine Coca” creado por el químico americano John Pemberton (que luego desarrollaría la fórmula hasta convertirla en la Coca-Cola). El éxito del nuevo brebaje fue rotundo, contando entre sus habituales consumidores a personajes como la reina Victoria de Inglaterra, el zar Alejandro II, escritores como Julio Verne o Emile Zola… y el Papa León XIII. Se decía que al Papa siempre le acompañaba una petaca de este peculiar tónico; incluso el Vaticano le llegó a conceder la medalla de oro. Angelo aprovechó la audiencia con el Papa y solicitó permiso para utilizar su imagen en una campaña publicitaria.