Los afrodisíacos naturales han existido desde mucho antes de la antigua Grecia. Desde siempre, todas las culturas desde la antigüedad hasta los tiempos modernos, han contado con diferentes tipos de alimentos y plantas estimulantes como afrodisíaco natural. Antiguamente, cuando los griegos y los romanos querían experimentar sensaciones más intensas en su vida sexual, bebían un poco de un líquido que se llamaba Satirión. Éste líquido se sacaba de una especie de orquídea que tenía bulbos en forma de testículos. En la medicina tradicional china se usaban afrodisíacos naturales a base de hierbas. Uno de estos afrodisíacos eran el ginseng, que se decía tenía el poder de potenciar la longevidad y el vigor sexual. Los árabes encontraban los afrodisíacos naturales en los perfumes y fragancias. Los sajones usaban plantas que tenían una apariencia fálica, como las zanahorias y los espárragos. Hoy en día también se consideran afrodisíacos las bebidas alcohólicas.