Laboratorios Sandia: Pruebas de impacto

RAUL ESPERT 2012-07-30

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Un aparato de unos 100.000 kg de peso impacta a unos 850 km/h contra un muro reforzado. ¿Podemos esperar que rebote y queden restos muy grandes y reconocibles esparcidos por alrededor del punto de impacto? Definitivamente, no. En un experimento realizado por los laboratorios Sandia en 1988 en el que un »F-4D Phantom es lanzado contra un muro a una velocidad similar (770 km/h), se ve cómo la pared se "traga" el avión sin que lo que rebota sean restos reconocibles, sino principalmente fragmentos de hormigón y otros de pequeño tamaño (nota importante: ese avión no llevaba queroseno; los tanques iban llenos de agua).
La pared del Pentágono no puede resistir la tremenda energía del impacto, así que casi todo el avión, especialmente las partes más pesadas, atraviesa el muro y queda en el interior. Algunas partes blandas y ligeras, y quizá algunas otras al azar, pueden rebotar hacia afuera o salir despedidas por la onda expansiva.

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