Un total de 184 personas perdieron la vida y más de 1.000 resultaron heridas en los disturbios del pasado domingo en Urumqi. Tras los enfrentamientos entre la etnia han, predominante en China y la etnia uigur, las autoridades del país impusieron el toque de queda por temor a un nuevo brote de la violencia que se ha cobrado la vida de 137 ciudadanos han y de 47 uigures según este último balance no confirmado por el Gobierno chino.