Durante la primavera de 1948 se formó la Comisión de Víctimas de la Bomba Atómica, (ABCC por sus siglas en inglés) por mandato de Truman con el objetivo de que la Academia Nacional de Ciencias y el Consejo de Investigación Nacional llevaran a cabo las investigaciones necesarias para determinar los efectos posteriores de la radiación entre los sobrevivientes de Hiroshima y Nagasaki. Una de las primeras acciones de la ABCC fue la de observar los resultados de los embarazos en Hiroshima y Nagasaki así como en una ciudad controlada experimentalmente, Kure, para discernir las condiciones y resultados con los casos relacionados a exposición a la radiación. Algunos autores aseguran que la ABCC se negó a proporcionar tratamientos médicos para los sobrevivientes salvo en casos estudiados, e incluso algunos aseguran que la atención médica fue negada para obtener «mejores resultados» en la investigación.