Sólo hay que echar un vistazo a sus dibujos para darse cuenta de que este artista estaba muy adelantado a su tiempo, y lógicamente su obra levantó todo tipo de repulsión y denuncia, pero consiguió ser uno de los pintores más influyentes de finales del siglo XIX.
Gustav Klimt nació en 1862 en Viena, en una familia austera en la ciudad de Moravia. Su padre, Ernst Klimt, era grabador de oro pero con ingresos muy reducidos teniendo que unirse toda la familia para salir adelante. Más info en http://ayquegusto.com/cultura_ficha.jsp?id=45