Los grupos de presión tratan de influir en la toma de decisiones políticas. En Berlín están registradas más de 2000 organizaciones de este tipo. Recientemente se acusó a una persona relacionada con el lobby farmacéutico de haberse apropiado de datos confidenciales del Ministerio de Sanidad. Políticos de todos los colores han manifestado su indignación ante este hecho.