Decenas de personas han resultado heridas esta madrugada en el asalto de la policía ucraniana a la plaza de la Independencia de Kiev donde se concentraba la oposición proeuropea.
Allí se manifestaban contra la negativa del presidente Víktor Yanukóvich de firmar el acuerdo de asociación con la Unión Europea.
Uno de los principales líderes de la oposición, Arseni Yatseniuk, ha asegurado que esto no les detendrá. Este domingo tienen previsto congregarse en el centro de la capital para continuar con sus acciones.
Los heridos, que se cuentan por decenas, fueron trasladados a diversos hospitales durante la noche. Algunos ven el ascenso de las protestas como una reedición de la ‘revolución naranja’.
La Cumbre de la UE de Vilna, en Lituania, centrada en la ampliación hacia el este de los Veintiocho, cerró con el fiasco anunciado del rechazo ucraniano al acuerdo.
El presidente del Parlamento Europeo y candidato socialista a presidir la Comisión en 2014, Martin Schulz, ha sido tajante al asegurar que esta es una cuestión de dinero: “Si Yanukóvich cree que la UE le debe dar dinero, debería especificar cuánto y en qué circunstancias. (...) Obviamente ha llegado a un acuerdo con Rusia para recibir dinero, porque lo necesita, y para obtener gas barato, porque necesita gas barato.”
Al mismo tiempo que en la capital lituana Yanukóvich daba un paso atrás en el camino de Ucrania hacia la UE, en casa la oposición a su Gobierno se endurece.