La conexión entre la música rock y el satanismo es un fenómeno complejo de orden artístico-cultural, religioso y socio-político que involucra tres áreas de análisis principales:
1) Artistas del rock e industria musical: contenido lírico satánico (explícito o subliminal) en el material artístico, manifestación pública u ocultamiento de ideas satanistas, conductas y modos de vida relacionados con las diversas corrientes del satanismo e involucramiento de la industria musical en el asunto.
2) Público consumidor: Opiniones, reacciones y conductas de los aficionados, seguidores y fans de la música rock con respecto al satanismo.
3) Sociedad y autoridades: Opiniones, reacciones y conductas de la sociedad y de las autoridades públicas con respecto al satanismo y a su relación con el rock. De parte de las autoridades, las políticas públicas pueden ir encaminadas hacia la aprobación o la censura, mientras que los órganos legislativos tienen a su cargo la normatividad al respecto.