El actual presidente Abdelaziz Buteflika aspira a un cuarto mandato pese a las secuelas de un derrame cerebral que ha limitado su presencia ante el electorado, que se debate entre el apoyo total, y la crítica a los comicios.
Estos son los testimonios de algunos de los votantes:
“Votaré por Buteflika porque es el presidente en el que confiamos. Es nuestro presidente y no necesitamos a nadie más. Es nuestro país, Argelia, nuestra patria y queremos paz. Larga vida a Argelia”.
“Nadie votará. Los resultados ya se conocen. Esto es una farsa electoral. Siendo honestos, no lo podemos llamar elecciones y nadie irá a votar”.
“Yo no iré a votar mañana. Estas elecciones no me convencen, y tampoco me convencen los programas de los candidatos, ni ninguno de ellos”.
El único rival que se presenta con cierto peso es Ali Benflis, ex primer ministro y ex jefe de campaña de Buteflika, que como principal arma esgrime la denuncia de un posible fraude electoral.
Además hay otros cuatro aspirantes, aún con menos opciones, Louis Hanune, única mujer y jefa del Partido de los Trabajadores, Mussa Tuat, Ali Fawsi Rebaine y Abdelaziz Belaid.
No obstante, para muchos argelinos, la existencia de varios candidatos no es más que una ilusión de pluralismo. Según los expertos Buteflika sobrepasará ampliamente el 51% de votos necesarios para evitar una segunda vuelta.